La Sagrada Familia es uno de los monumentos más icónicos y visitados de España. Esta majestuosa basílica situada en el corazón de Barcelona es, sin duda, una de las obras más importantes y singulares del arquitecto Antoni Gaudí. Aunque millones de personas la visitan cada año, aún existen muchos detalles curiosos y fascinantes sobre su construcción e historia que no son tan conocidos.
1. Una obra en construcción durante más de 140 años
Aunque parece increíble, la construcción de la Sagrada Familia comenzó en 1882 y todavía no ha sido terminada. El proyecto original no fue diseñado por Antoni Gaudí, sino por el arquitecto Francisco de Paula del Villar, quien abandonó el proyecto al poco tiempo. Gaudí se hizo cargo en 1883, dándole un giro completamente diferente al diseño inicial y transformándola en el espectacular templo modernista que conocemos hoy en día.
Gaudí sabía que no viviría para ver su obra completa, pero no consideraba eso un problema. «Mi cliente no tiene prisa», decía refiriéndose a Dios. A lo largo de su vida, trabajó sin descanso en el proyecto y dejó planos detallados y maquetas para que otros continuaran su obra tras su muerte. La construcción avanzó de forma intermitente a lo largo de los años, siendo interrumpida por la Guerra Civil española y la falta de fondos. Aunque se espera que la basílica esté terminada en la década de 2030, no hay una fecha exacta confirmada.
2. La Sagrada Familia se financia solo con donaciones
Una de las curiosidades más notables de la Sagrada Familia es que, a diferencia de muchos otros grandes monumentos, no recibe financiación estatal ni de la Iglesia Católica. Todo el dinero que se utiliza para su construcción proviene de donaciones privadas y de las entradas que pagan los millones de turistas que la visitan cada año. Este modelo de financiación se mantiene desde que Gaudí tomó las riendas del proyecto, ya que creía firmemente que la obra debía ser financiada por el pueblo y para el pueblo.
El coste total de la construcción ha sido enorme debido a la complejidad del diseño, los materiales utilizados y el largo tiempo que ha llevado. Sin embargo, el turismo ha sido un factor clave para avanzar significativamente en las últimas décadas.
3. Gaudí está enterrado en la cripta de la Sagrada Familia
Antoni Gaudí dedicó más de 40 años de su vida a la Sagrada Familia, por lo que no es de extrañar que su tumba se encuentre en el interior del templo. Tras su muerte en 1926, como consecuencia de un accidente de tranvía, fue enterrado en la cripta de la basílica, en una sencilla tumba que contrasta con la magnificencia del templo que diseñó.
La cripta, situada en la parte inferior de la iglesia, es una de las partes más antiguas del edificio, ya que fue construida en los primeros años de la obra. Es un lugar de recogimiento y devoción, donde se celebran misas y actos litúrgicos. La tumba de Gaudí se encuentra en una pequeña capilla dedicada a la Virgen del Carmen, rodeada de inscripciones y símbolos que reflejan su profunda religiosidad.
4. Un diseño inspirado en la naturaleza
Una de las características más sorprendentes del diseño de la Sagrada Familia es su inspiración en la naturaleza. Gaudí era un ferviente defensor de la idea de que la arquitectura debía seguir las formas de la naturaleza, y eso se refleja en cada rincón de la basílica. Por ejemplo, las columnas interiores están diseñadas para parecerse a troncos de árboles, que se bifurcan en sus extremos para crear una estructura similar a las ramas, generando la sensación de estar en un bosque cuando te encuentras dentro del templo.
Además, Gaudí incorporó muchas formas geométricas que se encuentran en la naturaleza, como helicoides, parábolas y formas espirales, que le permitieron crear una estructura arquitectónica compleja pero muy estable. Este enfoque orgánico no solo es estéticamente fascinante, sino también funcional, ya que las formas naturales ayudan a distribuir el peso del edificio de manera más eficiente.
5. La Sagrada Familia tendrá 18 torres cuando esté finalizada
Aunque actualmente se pueden ver varias torres en la basílica, una vez terminada, la Sagrada Familia contará con un total de 18 torres, cada una con un significado especial. Doce de las torres estarán dedicadas a los apóstoles, cuatro a los evangelistas, una a la Virgen María y la más alta, de 172,5 metros, estará dedicada a Jesucristo.
Esta última torre será la estructura religiosa más alta de Europa, pero Gaudí diseñó deliberadamente su altura para que no supere la creación divina, ya que la montaña de Montjuïc en Barcelona mide 173 metros, siendo, según Gaudí, una muestra de respeto hacia la obra de Dios. Esta visión mística y simbólica está presente en cada decisión que tomó el arquitecto durante la creación de este templo monumental.
La Sagrada Familia es mucho más que un edificio en construcción; es un símbolo del ingenio y la devoción de Antoni Gaudí, así como un testamento de la capacidad humana para soñar y perseverar. Cada rincón de este templo modernista está impregnado de significado y curiosidades que lo convierten en un lugar único en el mundo. Desde su inacabada construcción hasta su simbología religiosa y su conexión con la naturaleza, la Sagrada Familia sigue fascinando a quienes la visitan y promete hacerlo durante muchas generaciones más.
Es un monumento que no solo habla de la fe religiosa, sino también del poder del arte y la arquitectura como formas de expresión profunda y duradera. Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar Barcelona, no puedes perderte la Sagrada Familia, una obra que, más allá de su inacabado estado, es una joya del patrimonio mundial.
