Centros como Teknon, Dexeus, Diagonal, Quirón y hospitales como Sanitas CIMA o la clínica Sagrada Familia acogen cada año décimas de pacientes extranjeros buscando soluciones que no encuentran en sus países de origen. La ciudad de Barcelona recibe buena parte de este turismo sanitario: según la Barcelona Medical Agency, cada año, alrededor de 20.000 ciudadanos extranjeros, sobre todo de Reino Unido, Italia, Estados Unidos, Oriente Medio y Rusia, vienen a tratarse a los hospitales de Barcelona.
Pacientes rusos con patologías complejas, centro-europeos que buscan tratamientos de cirugía plástica, dental o fertilidad, nórdicos que quieren descansar en balnearios… Además de sol y playa, el turismo que nos visita lo hace también buscando salud. “Es un turista que nos ayuda a cubrir la elevada estacionalidad derivada del turismo de sol y playa y es un paciente que gasta entre 6 y 7 veces más que el turista tradicional y de aquí el interés del sector turístico”, responsable de pacientes internacionales de la clínica Universidad de Navarra y principal organizador del Y Healthcare&Tourism Summit, un pionero encuentro que este viernes analizará a Feria Barcelona (durante el B-Travel) el turismo que genera la sanidad privada y en el que la marca Barcelona tiene una posición destacada.
En la relevancia de Barcelona por este mercado hace especial mención el doctor Antoni Giró, médico y director gerente del Campus CIMA de Sanitas. “Viene mucha gente de Europa y América, de hecho, al hospital CIMA viene gente de Francia, Alemania, Rusia e Italia, pacientes de países que te piden el buen hacer que tenemos en Barcelona”, destaca Giró.
Un buen hacer del cual también habla Gonçal Lloveras, director general de la Clínica Diagonal de Barcelona. “Tenemos una muy buena sanidad, que en muchos de estos países no la tienen; una ciudad que como complemento es fantástica por los acompañados, y esto también es importante, porque el entorno es agradable”.
El ‘pero’ que pone Lloveras está en las carencias que todavía presenta el sistema. “Nos lo tenemos que trabajar mucho, tenemos que ganarnos la confianza, el que le decimos al paciente que haremos lo tenemos que hacer. Es muy difícil conseguir un paciente extranjero de nuevo y muy fácil perder 100. Que no sea sólo por dinero, sino que haya un servicio excelente”, puntualiza.
Un servicio que pasa por servicios de calidad, atención personalizada y compromiso de los médicos y que tiene, entre sus mínimos, contar con un personal sanitario que hable idiomas como el inglés. “Necesitamos que tengan la capacidad de contestar el teléfono en inglés, que si un paciente viene a cualquier hora, se lo pueda atender en inglés… Incluso hay clínicas, de las grandes, que cuando la gente quiere pagar en tarjeta no lo aceptan. Realmente, las infraestructuras y los servicios tienen que cambiar mucho”, explica Lloveras en un ejercicio de autocrítica.
Las clínicas donde trabajan Valcaneras y Giró forman parte de Spaincares, el clúster que agrupa una sexagésima de hospitales de titularidad privada –además de balnearios, agencias de viaje y hoteles– para promocionar la sanidad privada en el resto del mundo y, en consecuencia, generar negocio. Desde países de alto poder adquisitivo, como Rusia o los países árabes, se demandan tratamientos complejos, como ginecología, oncología, cirugía cardíaca u ortopedia y “donde Barcelona es líder”, tal como afirma Valcaneras.
Pero el turista también busca relajación para sentirse bien. “En Alemania hay una cultura termal muy grande, muy desarrollada y es un mercado muy atractivo para nuestros balnearios”, matiza Valcaneras. Aun así, el nórdico, con poblaciones muy envejecidas, es un colectivo muy atractivo por el sector por las largas estancias que hace en España, en gran parte, por su clima templado.
Como curiosidad, el doctor Giró asegura que la vía de captación de este turismo de salud es en un 68% a través de Internet. Razón suficiente porque el clúster Spaincares haya activado su plataforma digital, Spaincares.com, un marketplace donde las empresas pueden ofrecer sus servicios y donde el turista de salud puede satisfacer su demanda. Todo se puede realizar a través de la web. “Era importante tener esta herramienta para generar desarrollo, pero sobre todo necesitamos promoción”, apunta Valcaneras.
El reto no es baladí. Este es un negocio que genera más de 500 millones de euros y que espera duplicar su facturación en el año 2020 centrándose, sobre todo, en la promoción de la competitividad y profesionalidad de clínicas y hospitales. Muchos de sus representantes debaten a estas alturas como tiene que conquistar al paciente internacional, pero las claves están sobre la mesa. “España es muy competitiva, tenemos un gran sistema de salud y somos muy competitivos: nuestros costes de salud son menores y a esto se une el marco jurídico de seguridad de la UE, pero tenemos que trabajar”, concluye.